Error, no es la historia la que te gusta

Cuando nos gusta una película, una serie, un libro, un videojuego, pensamos que la historia está muy bien, que nos ha gustado mucho.

Probablemente la historia está bien construida, y sin una buena historia no hay interés en el espectador / oyente / lector.

Pero en realidad la historia no es suficiente para que nos guste un contenido. Cuando nos gusta una historia, lo que nos gustan son los personajes, no la historia en sí.

Piénsalo: ¿No te gustaría ver a esos personajes en infinitas historias sin parar? De hecho es lo que pasa en las distintas temporadas de las series, en las segundas, terceras y siguientes partes de un libro o una película (se lleva la trilogía, a saber por qué).

Son los personajes

La clave para que nos gusten los personajes, incluso los malvados, es que seamos capaces de entenderlos. 

Eso no quiere decir que queramos ponernos en su lugar o que los queramos a todos, pero el personaje tiene que ser capaz de transmitir lo que es y siente para que como espectadores (del tipo que sea), le podamos entender.

Empatizar.

Lo que nos gustan de las historias son los personajes. Las historias están mejor o peor, pero lo importante son los personajes.

¿Qué me importa si un personaje desaparece de repente de la historia? Si te da igual, ese personaje no te ha llegado, no está aportando nada a la historia.

La clave de una buena historia es que todos sus personajes, principales, secundarios y anecdóticos aporten algo que nos llega, que tiene sentido, que si lo quitamos la historia ya no nos gusta tanto.

Si has consumido alguna historia y te ha decepcionado a pesar de las expectativas, es porque los personajes no te han llamado la atención, no te han gustado, son prescindibles.

Y esto es lo más difícil de hacer a la hora de crear una historia de ficción. A veces sale mejor y a veces sale peor.

Hoy lo dejo aquí, algo más corto de lo habitual.

Ignacio de Miguel