El diseño sonoro se hace sobre el papel. Una vez que está terminado, se pasa a la acción buscando los sonidos indicados en las descripciones del diseño sonoro.
En esta fase también interviene la creatividad para mezclar adecuadamente todos los sonidos y conseguir el efecto que realmente se pretendía cuando se hizo el diseño sonoro.
Es decir, no se trata de seguir al pie de la letra un storyboard, sino de reinterpretarlo cuando es necesario.
Una de las cosas más complicadas de decidir cuando estás en la fase de montaje es si utilizar sonidos puros o ambientes mezclados.
Me explico. Si la escena que queremos recrear es un jardín podemos hacer dos cosas: incorporar sonidos puros de viento, pájaros aquí y allá, algún perro ladrando…
Pero también podemos incorporar una grabación real de un jardín de ese tipo.
La diferencia es que en la grabación real hay otros sonidos menos identificables como diferentes pájaros en la lejanía, a lo mejor alguna voz o algún ruido diferente.
La cuestión no es cuál de los dos es más realista. Eso lo sabemos: la grabación real es la más realista.
La pregunta importante es ¿cuál de los dos montajes se entiende mejor por el oyente?
¿Cuál de los dos montajes mete más al oyente en el universo que has querido recrear?
Los sonidos puros por sí solos se pueden interpretar de diversas formas si no tenemos contexto.
Mi experimento
En una ocasión monté dos historias de pocos minutos solo con sonorizaciones y le pregunté a mis oyentes qué entendieron de la historia.
No había dos interpretaciones iguales, y tampoco eran iguales a las que yo había diseñado en mi cabeza.
El significado era diferente para cada uno porque no había ningún contexto.
Así que el contexto en la sonorización es muy importante.
Después del contexto, creo que es menos importante si mezclamos sonidos puros independientes o utilizamos grabaciones de situación real.
Lo importante es que, junto con el contexto, se entienda correctamente por todos los oyentes.
De hecho, hay situaciones como el ruido ambiente de un bar para el que podemos utilizar una grabación real, y otros entornos de fantasía o ciencia ficción donde no tenemos referencias y hay que imaginar nuevos sonidos y ambientes sonoros que se entenderán sólo por el contexto.
En ocasiones debemos usar las referencias clásicas del cine para que los oyentes entiendan su significado, por muy alejadas que estén de la realidad.
En definitiva, no hay una única solución para todo (como casi siempre).
Ignacio de Miguel